Una carta para ti.

Tal vez solo fue casualidad o quizás fue el destino que hizo que nos uniéramos. Ambos con unas personalidades frías, con pocos sentimientos y sin mucho que demostrar, llegamos en poco tiempo a formar un lazo único, un lazo inquebrantable. Hablando durante días y noches, nos fuimos compartiendo nuestras vivencias, secretos, nuestros miedos y temores. En esos días grises donde la tristeza nos iba consumiendo poco a poco, hacíamos cualquier cosa solo para que el otro volviera a sonreír, no permitíamos que cayera en la depresión por ese gran cariño y aprecio que nos tenemos. Nunca se asomo por mi mente la idea de que te convertirías en una de las partes mas importantes de mi vida. Acepte tu pasado, los demonios que te atormentan, los errores que has cometido y hasta todos tus defectos. Te acepte justo como la bella persona que eres. En esas noches en las cuales no me encuentre junto a ti, donde sientas que te arropa la soledad, solo tienes que levantar la mirada al cielo, observar las hermosas estrellas y recordar estas palabras, siempre estaré contigo este donde este y nunca te abandonare.

Destrozado.

Me prometiste miles de cosas. Yo me creí cada una de esas falsas y vacías promesas.

Me decías "te amo". Cuando jamas llegaste a sentir, ni a conocer el gran significado de esa palabra.

Me ilusionaste, jugaste conmigo. Me hacías creer que nos pertenecíamos, cuando nunca llego a ser así.

Pero te perdonaba cada una de tus fallas.

¿Sabes porque?

Porque eras tan importante para mi, que no te quería perder.

Pero todo tiene un limite. Al final de todo.

Terminaste traicionándome, engañándome, dejándome de lado, como si nada de lo nuestro hubiera pasado, como si fuera un simple desconocido para ti.

Sabias que me hacías daño, pero no te importo.

Y eso me destrozo.

Donde la felicidad emerge.

Adentrado en este fantástico universo, perdido en cada palabra. Con un deseo desquiciado de saber que sucederá en las páginas siguientes, con una sed inimaginable de adquirir ese gran conocimiento que nos deja al finalizarlo.

Mi mundo.

Encerrado en las cuatro paredes de su oscura habitación. Sumergido en su propio mundo donde puede dejar salir su propio ser sin temor a lo que digan los demás. Mientras muchos le dicen que salga de ese mundo, que hay cosas mejores. El se hace las mismas preguntas una y otra vez ¿porque? ¿porque tengo que salir del mundo donde realmente soy feliz? ¿porque tengo que dejar de hacer lo que de verdad me gusta? Déjame ser quien soy y no quieras alejarme de mi mundo.

Muerte en el mar.

Desde pequeño me gusta venir a la playa.  Me gusta enterrar mis pies en la cálida arena, nadar a lo mas profundo y sumergirme hasta no poder aguantar la respiración. Pero lo mejor es mirar el horizonte, hacia ese desconocido lugar donde la vista se pierde ya que parece ser infinito. Cuando niño, la mayoría de las veces pensaba que ese lugar era el final de la tierra, pero a medida que fui creciendo me di cuenta que no es así. Me encuentro sentado con los pies enterrados en la arena que ahora es fría, al igual que la brisa que azota continuamente mi rostro. Levanto la mirada al cielo. La luna se encuentra en su punto mas alto, junto con las estrellas que iluminan las olas reflejando su brillante luz en ellas. Esta noche he decidido venir a este lugar, no porque me gusta. Sino por un motivo muy diferente, ese motivo es... Dejar de existir. Me siento deprimido, sin fuerzas para seguir luchando en esta dura vida. En una vida donde ya no me queda nada ni nadie, donde el camino cada vez se hace mas largo y difícil. Me levanto, mientras mis lagrimas corren por mis mejillas. Avanzo con paso suave, adentrándome en el mar. Me detengo justo cuando el agua me llega a la cintura. Doy un vistazo al cielo para contemplar su belleza por una ultima vez. Comienzo a nadar en el agua fría. Nado a lo mas profundo, donde mis pies no tocan el fondo. Cierro los ojos mientras me sumerjo en la oscuridad del mar. Ese hermoso lugar donde muchas veces me llene de felicidad, quien iba a decir que ese seria el lugar donde acabaría con mi vida.

Monstruo.

No tienes ni la menor idea de lo que es sentir que los demonios te atormenten, no sabes lo que es escuchar sus voces rondando en tu cabeza o levantarte por la noche y ver que alguien esta parado junto a la puerta de tu habitación, no sabes lo que es vivir con miedo todo el tiempo o no tener amigos porque todos te temen.

Te temen porque dicen que eres un monstruo.
Es horrible.

Despedida.

Me preguntaba porque es que frecuentemente perdía mis recuerdos. Me dijeron que era por mi personalidad. Entiendo, a fin de cuentas, era mi culpa. Quería que alguien se diera cuenta de mi dolor, pero nadie lo hizo. Nadie me ha conocido así que, por lógica, no saben que existe. Me pregunte el porque de la vida. Porque si, porque si, todos viven solo porque si. Sufrí y me equivoque; nunca había aprendido como convertir mi dolor en felicidad, el dolor es solo dolor. Por favor, solo dime que hice un buen trabajo. Que lo hice bien al haber llegado hasta aquí. Que pase por muchas dificultades. Aunque no puedas sonreír mientras me dejas ir, por favor no me culpes.
Adiós.

JUNGYUN.